LA GULA
Aunque estoy llena, nunca me empacho de ti
ese hambre ese sin freno de amor, por momentos
hace que no pare de comerte con los ojos
Aunque el recetario no es muy variado,
el cambio de especias, de caricias
hace que no se pierda el apetito
eludiendo el desabrimiento y la desazón
siempre saboreando la dulzura,
para beber, nada como el elixir del amor,
habrá que comer más a menudo
eso recomiendan los expertos.
Las sobremesas son los momentos
para proyectar el siguiente menú.
No se sabe si es mejor el aperitivo que el postre
los comensales siempre están dispuestos
a nadie le amarga masticar los sabores
¿Quién será el cocinero de tan deliciosos platos?
Quizá Dios
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