martes, 28 de julio de 2015

TODO SIGUE IGUAL

¡Hola a todos de nuevo! Escribimos aquí mi compañero y yo que por ahora todo sigue igual, y amanece que no es poco. No obstante, no es estrictamente cierto que todo siga igual, porque las cosas son lo que han sido y serán lo que son. Pero nosotros no seremos lo que fuimos, ni seremos lo que somos. Por ejemplo, las pirámides siguen siendo lo que fueron, y seguirán siendo lo que son. Sin embargo, nosotros, como humanos, no seremos lo que somos, ni somos lo que fuimos. Queremos decir, esto es, que ya han transcurrido más de tres años desde que iniciamos nuestra asistencia al centro de día, y algunas cosas continuamos pensando lo mismo que cuando llegamos y en otras, hemos cambiado. Por ejemplo, se nos orienta y aconseja sobre lo beneficioso de ciertas tareas o hábitos o costumbres o actividades que facilitan una expansión de la conciencia o una mejora en la autoestima.

Quiero agradecer, desde aquí, la atención que me presta la psicóloga del centro de día, que es la mejor psicóloga que he tenido en toda mi vida. Ella me pone mis objetivos a conseguir en un plazo, que puede ser corto, medio o largo.

La verdad es que siento mucho haber cambiado mis objetivos vitales de una semana para otra; esto ha ocurrido porque no los tengo claros. Y ella me dio un papel con esos objetivos, y me dio un plazo de dos o tres meses para que me aclare. Por esto, para la consecución de dichos objetivos vitales, me los puso a largo plazo, que es de 18 meses.

Se nos ocurre pensar cosas entre el rato de ocio y distracción entre actividades como las que hemos estado conversando, sobre las diferentes religiones del mundo, y, si filosóficamente hablando regresamos al lugar del que hemos salido; es decir, sobre las reencarnaciones o sobre la certeza o la confirmación del axioma de Einstein, de que la materia ni se crea ni se destruye, sino que sólo se transforma, que suscita una polémica entre la materia y el espíritu. O el eterno dilema shakespeariano, "ser o no ser, he aquí la cuestión". Nos centramos más en el espíritu que sobrevive a la materia cambiante en esta última, sobre la visión oriental del ciclo de las eternas reencarnaciones, volviendo al principio de "¿que fuimos antes y qué seremos el día de mañana?"

La conclusión fue "mente sana in corpore sano". Por ejemplo, algunos psicólogos dicen que la mente y el cuerpo están unidos; es decir, todo lo que pasa en el cuerpo, influye sobre la mente, y todo lo que pasa en la mente, influye sobre el cuerpo. Pero yo considero que la mente es el alma, y que se separa del cuerpo en cuanto morimos, subiendo al cielo. Entonces, yo creo que la mente y el cuerpo están unidos, pero sólo hasta que morimos. Y además, creo que también hay otro elemento, que influye en la mente que el cuerpo, que es el Espíritu. De hecho, la Biblia habla del "Espíritu Santo", que, a fin de cuentas, es un Espíritu. También hay personas que creen que Dios es un Espíritu; aunque hay otras que le consideran el Ser Supremo, el Creador. Sin embargo, Dios necesitó nacer de una mujer, para hacerse hombre, que fue la Virgen María, y por lo tanto, Ella es Su Madre, y por esto yo tengo más devoción a la Virgen que a Dios.

Lo anteriormente expuesto es solamente la opinión de dos de usuarios del centro de día, y está escrito sin ninguna malicia y respetamos las diferentes opiniones de otras personas.

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