Hoy quería dejar constancia de unos pensamientos y reflexiones. El clima cambiante nunca en la historia humana se comportó igual, fue en la antigüedad, imprevisible, no igual matemáticamente de un año para otro. 

En tiempos ancestrales, zonas de la Tierra hoy desérticas como el Sáhara, fueron vergeles, tierras fértiles con fauna, flora y vida humanas. Hay cuevas en el desierto con pinturas que así lo muestran.

En la Antártida, por el contrario, sí hubo también vida, plantas, vegetación, dinosaurios. Hoy en día bajo los hielos, hay gran cantidad de materias primas y combustibles, fósiles que indican un tiempo extinguido. Por consenso mundial, esos recursos son intocables. 

Parece, no obstante, que tanta actividad frenética de los hombres, con vehículos, fábricas, residuos químicos y plásticos, están participando en cierta degradación de las aguas y la atmósfera haciendo peligrar la salud y pureza de la Tierra.

Es pues, necesario adaptarse, a climas como la Filomena, como hicieron los esquimales durante milenios, o también a temperaturas de 50ºC a la sombra como los países de África como por ejemplo pueblos como los bosquimanos, o los beduínos y los tuareg. 

(El planeta también se regenera)