Fue una experiencia muy buena. Esta tradición viene de India
y consiste en tirarnos polvos de colores unos a otros. En esta fiesta vinieron
profesionales del centro, familiares, conocidos y gente del pueblo. Se puso
música y además vinieron dos profesionales de zumba que hicieron que la fiesta
fuera mucho más animada. El ayuntamiento cortó la calle para que no pudieran
entrar coches. El resultado de la fiesta fue un éxito rotundo.
8 días después de la fiesta aún hay restos de pintura en la
calle.
Nos gustaría que el año que viene se volviera a repetir esta
fiesta.